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viernes, 14 de octubre de 2011

Jardines de Versales: Parte 2


Jardines de Versalles - Francia, París.


JARDINES DE VERSALLES: PARTE 2
Escuché ese acento francés tan inconfundible, me di vuelta y efectivamente, era Louise. Él tomó mi mano y la besó de una manera tan cautivadora y elegante, De un segundo a otro, la amplia sonrisa de Christ desapareció e inmediatamente se colocó a mi lado.
— Hola Louise ¿Cómo estás? – Dije excesivamente entusiasmada.
— Hola hermosa dama, muy bien. –Afirmó.  — Es de mi agrado encontrármela de nuevo, los caminos de Paris estan destinados a nuestro encuentro – Añadió. Su manera de hablar era tan hechizante…
— Louise te presento a mi amigo Christopher – Dije entusiasmada y seguidamente noté el cambio drástico que hubo en ese instante.
— ¡Un gusto! - exclamó Christ entre dientes.
— El gusto es mío - replicó Louise quien avanzó detenidamente hacia donde se encontraban las fotos que había tomado Christ. — ¡Que hermosa esta fotografía! –Añadió… — ¿Quien la tomó? –preguntó
— La tomó Christ - anuncié con rapidez.
—Buen trabajo, aunque la belleza de Lauren es lo que logra que esta fotografía sea perfecta.
—Lo sé, Lau tiene esa facilidad para que un simple paisaje se convierta en una pieza inspiradora… - ¿Dónde rayos estaba metida? ¿En una especie de película romántica o algo? — Ese día fue maravilloso –Añadió Christ de manera arrogante. De por sí, el ambiente estaba muy tenso ¿y el hacía esta clase de comentarios?
     Eso es cierto amigo - dijo Louise. — Ayer el recorrido por el Sena fue mágico. – No, no, no… No podía estar pasando. Esto ya se estaba tornando bastante incómodo; parecía una pelea de relatos y el que contara la historia más creíble ganaba… — Los chicos a veces pueden llegar a ser unos completos idiotas. –pensé-

 Por suerte, gracias a Dios, dieron inicio al evento, los jueces empezaron a ver todas las fotografías para así elegir al ganador de los 1000 euros y esa cámara fotográfica de última generación.

— ¿Te molesta si voy a ver el resto de las fotografías? – Le pregunté a Christ intentando encontrar una excusa para ver donde se había metido Louise.
— Para nada, ve, te espero aquí… - Respondió.

Ya había logrado desviar la atención de Christ ahora ¿Cómo haría para encontrar a Louise entre tanta gente? No tenía idea, pero empecé a caminar por todo el lugar, me detenía de vez en cuando a ver las fotografías para que no se notara mi desbordado interés por hallar a Louise.
Él estaba a pocos metros de allí, lo miré y enseguida me devolvió la mirada, sonreí y observé en cámara lenta ese hermoso arte parasidino andante venir hacia donde me encontraba, respiré hondo y exhalé.
     Hola de nuevo – dije cuando se postró sonriente frente a mí.
     Hola, por fin tenemos un segundo a solas. – dijo.  Y fingí una sonrisa-
     ¿De dónde conoces a ese chico que me presentaste? – preguntó
     Vive en mi edificio, lo conocí casualmente el primer día que llegué a Francia.
     ¿Tienes pensado hacer algo esta noche luego de salir de este evento? – preguntó
     No lo sé, ¿Por qué?
     Me preguntaba si quisieras conocer el Moulin Rouge, en las noches dan unos espectáculos fantásticos – afirmó entusiasmado.
     Bueno, me encantaría pero… - me quedé en silencio mientras pensaba la manera correcta de explicarle que no podía ir con el esta noche puesto a que estaba con Christ y debía acompañarlo hasta que finalizara la exposición fotográfica.
     ¿Pero?... – preguntó intrigado
     Pero estoy con Christ, prometí acompañarlo, hasta que finalizara la exposición. No sería de buena educación dejarlo. ¿Podría ser mañana?
     Por supuesto, te llamo y nos ponemos de acuerdo.
     Esperaré tu llamada. -sonreí — Bueno, me voy a donde está Christ, ya darán los resultados; quiero estar con él para cuando eso pase. – Añadí.
     Nos vemos luego. Fue un placer haberme encontrado de nuevo con usted. – besó mi mejilla. Sonreí y tras sus manos acariciar mi rostro me quede un instante al ver como se iba y fui a donde estaba Christ.

Él estaba allí tan serio, parecía más molesto que las veces en las que había notado que estaba serio que de por si era pocas pues siempre cargaba una gran sonrisa de oreja a oreja que era lo que lo hacía ser tan él. Lo miré para ver si me decía algo y lo que recibí fue una fría mirada de su parte…
— ¿Qué tienes Christ? -pregunté
— Nada… - nos quedamos en silencio.
— Se suponía que ibas a ver las fotografías ¿no? – replicó
— Eso hice… - mentí a medias.
— ¿Estas segura que hiciste eso? – me reclamó
     Si – mentí de nuevo.
— ¿No me agrada que me mientas sabes? – dijo molesto
— ¿Mentirte? ¿De qué hablas? –dije.  — si me vio con Louise…. – pensé y tragué amargo.
— Hubiese preferido que me dijeras que querías ir a buscar a ese tal Louise y no que me mintieras haciéndome creer que estabas interesada en ver las fotografías, pensé que eras sincera pero ya veo que me equivoqué. - Me quedé en silencio. —¿No piensas decir nada? – Replicó
— ¿Sabes qué Christ? No tengo por qué darte explicaciones de lo que hago y lo que no hago, te dije que estaría aquí antes que anunciaran los resultados y así mismo hice, ¿Cuál es tu problema? ¿Por qué de repente te molesta tanto el hecho de que hable o deje de hablar con Louise? – dije molesta había hablado muy rápido y no quería repetir nada de lo que había dicho, solo espero me haya entendido.
— Yo no tengo ningún problema es solo que él es… Pero bueno, ¿Entonces qué haces aquí? Vete con el si eso quieres. –sus palabras perforaron mi sensible corazón.
— ¿Eso quieres?, ¿Realmente eso es lo que quiere Christ? – dije aguantando mis ganas de llorar
— No dije que yo quisiera eso, dije que si tú quieres hazlo. Me da igual, y creo que será lo mejor, ya que obviamente deseas estar más con el que aquí. – Y nuevamente recibí una fuerte punzada al corazón. En mis ojos ya se hacían presentes algunas lágrimas.
— Bien, fue lindo todo. Gracias. Adiós. – Me despedí, me di vuelta y me marché.

Y pues tal y como pasaba siempre, acabé llorando. ¿Por qué razón? No lo sé, tal vez es ese pequeño defecto que siempre he tenido; el que me vive lastimando: Les agarro cariño tan rápido a algunas personas que creo que se lo merecen y no es así.
Empecé a caminar sin rumbo aparente, tan solo quería olvidar todo. Era un poco lamentable llorar por las calles de esta ciudad, pero si soy una completa llorona, me habían dolido muchos las palabras de Christ.
Fui en busca de un taxi, lo que quedó de tarde aun me sentía enfadada por la reacción de Christ esperé con ansias aunque fuera un mensaje de él, una llamada, algo que me dijera que esta linda amistad no iba a terminar, pero lamentablemente no fue así. Me mantuve con la idea de que en la noche viniera hasta mi departamento y aclaráramos todo pero tampoco ocurrió, fue inevitable no llorar, necesitaba hablarle, quería escuchar su voz, ver su sonrisa, necesitaba de Christ…
Todos los derechos Reservados. (c) 2011 por Autores: Victor Yustiz y Sharlot Vargas.

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