MOULIN ROUGE: PARTE 2
¿En donde había escuchado esa voz?, esa frase de esa canción se me hacía conocida. Repitió esa frase en la que decía “Caught in a bad romance”…¿Atrapada en un mal romance? Y fue allí donde identifiqué… Era Lady Gaga.
— ¿Lady gaga estaba en el Moulin Rouge? ¡Imposible! –pensé
Las luces del escenario se fueron encendiendo lentamente y enfoqué mi vista, quería comprobar por mi misma que realmente era Lady Gaga la que cantaba y no una imitadora. Fijé mi mirada y hice mi mayor esfuerzo, y si, era ella: Lady Gaga estaba inaugurando el show de esta noche, simplemente fantástico, cuando le contara esto a Shannon necesitaba ver esto tenía que mostrárselo o del contrario no me creería, o al menos pasaría mucho tiempo para lograr convencerla.
De un momento a otro se apagó la música y las luces la iluminaron solo a ella, desgarró el largo vestido de plumas que traía puesto y empezó a cantar un tango bastante divertido, de pronto aparecieron un centenar de artistas, entre ellos muchas muchachas; llevaban trajes adornados con plumas, lentejuelas y brillo. De un momento a otro todo ese ambiente romántico de la cena se había tornado en una fiesta con los mas magníficos colores, la música era tan original, tan fantástica que hasta empecé a bailar y disfrutar junto a Louise.
El espectáculo duró aproximadamente una hora y media, me reí demasiado. Era lamentable que tomar fotos no estaba permitido, la cantidad de fotos que fuera tomado iba a ser impresionante. Nos perdimos entre tanto baile y champán, la noche había avanzado rápido, había disfrutado mucho, sin darme cuenta ya estábamos subiendo por el ascensor para ir a mi departamento mientras nos reíamos…
— La pasé genial, me encantó el Moulin Rouge –dije muy contenta
— Qué bien que te haya gustado… -suspiró y seguidamente me robó un suspiro a mí.
— ¿Por qué no me dijiste que iba a estar Lady gaga? –pregunté
— Era esa la sorpresa… -admitió
— Mi mejor amiga fuera enloquecido si estuviera aquí, realmente estuvo fantástico todo, muchas gracias por invitarme. –sonreí
— De nada, fue un placer tu compañía.. -aseguró
Llegamos hasta la puerta de mi departamento saqué la llave para abrir mientras me despedía:
— Oh, en serio me divertí muchísimo. Gracias. – Agradecí de nuevo y sonreí
— ¿Cuándo volveré a verte? – preguntó con interés
— No lo sé, espero que sea pronto. – anuncié mientras lo miraba a los ojos, el “espero que sea pronto” salió por sí solo, digamos que fue culpa de esos ojos que me tenían un poco atontada.
— Bueno, es tarde, debes de estar cansada. Será mejor que me vaya, nos veremos muy pronto, ya lo veras.
— Estamos hablando, me encantaría volver a salir contigo –admití
— Hasta luego. – Se despidió abrazándome
— Hasta luego – correspondí el abrazo…
Fue tan mágico sentir sus brazos rodearme, podría atreverme a decir que me sentía plenamente complácida, abrí mis ojos y vi a Christ venir hacia mi departamento por el pasillo. ¡Oh Dios mío!, me vio abrazando a Louise… - pensé y lo vi darse vuelta y subir las escaleras, me separé de Louise de inmediato, pero no de manera brusca, aunque ya era tarde Christ me había visto; escuché como subía por las escaleras de manera precipitada, era un poco molesto la manera de sus pasos, al instante siguiente oí como algo fue lanzado por el bajante. ¿Habrá sido Christ? –pensé
— Bueno, nos vemos, realmente la pasé genial. Gracias por todo. – Intenté no ser tan obvia al querer que se fuera. Mi único pensamiento era Christ, que le iba a decir.
— Nos vemos. Que duermas bien. – Se despidió nuevamente y se marchó…
Entre a mi departamento cerré la puerta, y me quede atrás de esta inmóvil no sabía que hacer, mis pensamientos eran un completo desastre, ya no estaba pensando de forma coherente, ¿Qué hago? ¿lo llamo? ¿voy hasta su departamento? -¡rayos!- ¿Qué hago?
— Un momento – me dije- Fui tengo que darle explicaciones a él?, no somos nada, solo es un amigo y si se molesta por cualquier chico con quien hable es un completo idiota. Yo no hice nada y nunca le insinué nada, esta es la parte donde no entiendo cuando los hombres dicen que las mujeres son complicadas, cuando ellos arman un drama por cualquier cosa o chico que nos hablen. Salí de mi departamento, decidí irme por las escaleras necesitaba un poco de tiempo para repasar mis últimos pensamientos y ver qué era lo que tenía que decirle a Christ, ya estoy en su piso, caminé hasta su puerta y dudé si tocar o no, pero era ahora o nunca, sonaba un poco dramático, pero quería ver su sonrisa, la extrañaba, su manera de hablar, todo. Me armé de valor y toqué la puerta…
— Christ soy yo Lauren, ¿Estás aquí?, - No escuché nada, ni siquiera un mínimo sonido que me indicara que él estaba dentro. ¿Quién me manda a venir? No debí hacerlo. – murmuré… - Suspiré y toqué nuevamente la puerta. Y al instante la abrió. Lógicamente, como lo imaginé, no me recibió con una de esas sonrisas que tanto me encantaban; su rostro era tan inexpresivo como el día que vio mis fotos con Louise en mi cámara.
— Hola Christ, ¿Podemos hablar? –Me apresuré a decirlo…
— Hola – dijo con los ánimos por el piso.
— ¿Podemos hablar? Por favor… - insistí.
— Lau–ren, en este momento estoy muy ocupado con algo que debo entregar mañana en la universidad. – por un momento creí que me llamaría Lau, y eso fuera sido hermoso, pero cuando unió las palabras fue un poco doloroso. Estaba más molesto de lo que había imaginado. –pensé
— Bueno, está bien. –dije aun sintiendo ese inmenso dolor dentro. — No te quito más tiempo. ¿mañana podremos vernos, quizás podríamos desayunar juntos? – Añadí…
— Lo siento, quizás en otro momento, mañana tengo que salir temprano. – Pulverizó mi corazón. ¿Era mi imaginación o estaba buscando excusas para no verme? –pensé
— Bueno Lauren, si no te molesta continuare lo que estaba haciendo. Nos vemos. –Se despidió de una forma tan fría y distante.
— Nos vemos – fue lo único que alcancé decir pues mi garganta estaba aun mas anudada que los nudos de mi ipod cuando los sacaba de mi bolsillo. Me di vuelta y me encaminé hacia las escaleras, escuché como cerró la puerta y nuevamente sentí otro golpe directo al corazón.
Bajé precipitadamente y fui hasta mi departamento, estaba realmente enojada, traté de arreglar las cosas y él se empeñaba en dejar todo tal cual como estaba. Estaba empezando a odiarlo. ¿Por qué? ¿por qué? Se suponía que era mi amigo y ahora ya ni quiere hablarme. – pensé reprochándome.
Lo único que calmaría mis ánimos era hablar con Shannon, pero ya era tarde y por el cambio de horario allá en Venezuela era de madrugada. — No sabes cuánto te necesito Shannon te necesito aquí y ahora. – pensé con ganas de llorar.
Tomé mi Ipod que había dejado en la mesa de noche de manera de calmar un poco mis pensamientos, lo encendí y lo coloqué la opción de reproducción aleatoria; como casualidad del destino empieza a sonar The best years of our lives de Evan Taubenfeld, a medida que sonaba la canción, se enfatizaba más esa frase que decía: “Pero tú y yo nunca seriamos los mismos, Septiembre me toma por sorpresa”, ¿en serio?, pensé “Septiembre me toma por sorpresa”, es cierto ya habían sucedidos muchas cosas, solo espero que lo próximo que venga no sea más conflictos. Me dispuse a dormir, cerré mis ojos a la espera de tener una grata noche de sueño.
0 comentarios:
Publicar un comentario