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martes, 25 de octubre de 2011

Opera granier


 
Opera Granier - París, Francia.
 
 
OPERA GRANIER



Desperté nuevamente asustada en medio de la noche — ¡Maldición! – exclamé furiosa y con el corazón latiendo rapidísimo. ¿Por qué rayos sueño todas las noches lo mismo? – murmuré. Debería comprarme un atrapa sueños, y colgarlo cerca de la cama, y si la historia es verdadera la pesadilla se quedara en la red en forma de tela de araña y al día siguiente desaparecerá por la luz del nuevo día – pensé

Por más que lo intentara, sabía que ya se me haría imposible dormir. Decidí levantarme a ver si encontraba a Shannon en el chat para contarle todo lo que había pasado y ver si lograba liberar un poco mi estrés. Encendí la computadora, y abrí mi correo, no encontraba a Shannon por ningún lado, ¿Donde estará?, pensé. Le deje un mensaje correo, y como se que lo revisaría desde su teléfono, se iba a conectar a la web rápido, pasaron alrededor de 20 minutos y ya tenía a Shannon saludándome con un efusivo:

    ¡HOLA!, no sabes todo lo que ha pasado, tengo ¿Porque te fuiste justo ahora cuando todo está más emocionante aquí?

    No sabes cómo me alegra hablar contigo. Necesitaba desesperadamente hablar contigo.

    Pero pongámonos por web Cam, sugiere.

    Solo si prometes dejarme hablar, en serio necesito contarte algo, -digo de forma convincente

    Pero ¿Que pasa?, no me asustes. -dice un poco preocupada.

    No es nada del otro mundo, espérame. -Al instante conecte la cámara para poderla ver

    Ok, soy toda oídos, -resopla. Le conté todo sobre Christ y Louise,

    ¡Wao!, llevas pocos días allá y ya tienes un caos internacional, tienes en pelea a un Español y un Francés. Te has convertido en mi nueva heroína Lauren.

    El problema es que no quiero estar mal con Christ, pero al parecer el ya no quiere saber nada de mí. Casi se me olvida ayer fui al Moulin Rouge con Louise adivina ¿a quién vi?

    A Christ...

    No, ¿Como va a ser Christ?, si a él me lo encontré cuando llegue, se nota que estabas prestando atención a todo lo que te dije, -exclame con una fingida molestia.

    Jajá, lo siento lo siento, lo olvide. Entonces,  ¿a quién? -pregunta ansiosa por saber.

    Lady Gaga,

    ¡No lo puedo creer!, dime como es... Conecte mi celular, y seguidamente le pase las fotos. Después de eso, volvió a su estaba psicótico no paraba de gritar y llenarme de preguntas de: ¿como es?, ¿que canto?..

     Shannon, hablamos después. Iré a prepararme algo para comer. Te quiero muchísimo.

     Ok, bueno deja los conflictos internacionales y céntrate en conocer, espero verte pronto 6 meses suena mucho tiempo. Te quiero. -y colgamos. Ya parte de mi se sentía aliviada necesitaba decir todo y quien mejor que ella, que me conocía tanto y sabia como fue mi reacción estos últimos días.

Sonó mi celular. ¿Quién llamará tan temprano? –pensé. Ya había descartado la posibilidad de que fuese Christ pues era más que obvio que no quería saber nada de mí.

Era papá diciéndome que vendría dentro de poco, estaba emocionada, ya quería verlo como lo extrañaba. Debería  arreglar las cosas con Christ, tenía tantas ganas de presentárselo, pero bueno tampoco podía andar siempre tras él, rogándole porque me disculpase por no decirle que iba a encontrarme con Louise en vez de ver las demás fotos de la exposición y porque todo fuese como antes.

            Tomé una ducha y salí a caminar un rato, desde que había llegado a Paris no me había decidido a salir a caminar las calles, siempre iba a un lugar en específico, quería conocer, fotografiar, quería explorar esta ciudad por mí misma, sin guías turísticos, sin drama. Solo quería hacerlo por mí misma.

            Caminar por las calles de Paris fue algo que definitivamente debí hacer el primer día en que llegué, pero tal y como a acostumbraba, hice las cosas al revés. Me coloqué algo ligero unos jeans, una camisa suelta con cuello muy largo y un suéter, tomé mi celular, bajé del edificio y comencé a caminar sin rumbo alguno, había muchísimos establecimientos comerciales, restaurantes y cafés.

            Desvié mi mirada hacia una tienda de ropa que había del otro lado de la calle. Me apresuré en cruzar aprovechando que no venía ningún auto y entré. Me probé un montón de cosas pero ninguna me gustó como me quedaba, me hacía ver muy europea muy estilizada. Decidí regresar en otro momento, y cuando tuviera más ánimo de comprar me decidía por cualquiera de sus prendas, tenían cosas realmente hermosas, otras que nunca compraría porque simplemente no me quedarían bien, y no irían con mi estilo.

Salí de la tienda y de inmediato sonó mi celular, los saqué de mi bolsillo y contesté, era Louise:

    Hola –dije

    Hola  ¿Cómo estás? – me saludó.

    Bien estoy recorriendo cada calle de tu ciudad, quería sentir ese encanta que Paris tiene para el mundo. ¿Y tú como estas?

    Pues, ¿quería saber si querías ir a un pequeño concierto de ópera que habrá en Opera Granier? – preguntó — Pero, si no estás bien, mejor salimos otro día, no te preocupes. – Añadió

    No, es buena idea, así distraigo la mente y no pienso tantas cosas locas.

    ¿Entonces vienes? –preguntó

    Por supuesto, ahora ando caminando. ¿a qué hora es?

    A las 3 de la tarde

    ¡Pero si ya son las 2! – exclamé mirando mi reloj de mano

    Por eso, si quieres espérame y paso por ti en donde estés. – comentó

    Hagamos algo mejor… - sugerí

    ¿Qué?

    Llega a la Ópera Granier y nos vemos allá ¿te parece?

    Si así lo prefieres está bien.

    Bueno, tomaré un taxi en seguida, nos vemos en un momento. –colgué el teléfono.

Me paré en la esquina para tomar un taxi, subí al taxi y le pedí que me llevara a la Opera Granier y eso hizo. Para cuando llegamos, me dí cuenta que el edificio estaba situado como elemento central de la plaza de la opera. Cerca de allí estaba el famoso Museo de Louvre, al que sin duda alguna vez tenía que visitar. Si en las películas y fotografías me parecía espectacular, verlo en vivo y directo no tenia descripción.

            Le entregué el dinero al señor del taxi, me bajé y fui a buscar a Louise. Lo encontré me estaba esperando a las afueras de la opera, vestía un poco a diferente a como de costumbre, andaba un poco mas urbano y no tan elegante. Usaba unos pantalones negro y una camisa blanca y una hermosa chaqueta, la cual lo hacía ver elegante.

    Hola de nuevo mi doncella – saludó

    Hola – respondí sonrojada.

    ¿Le parece si entramos? Se nos hace tarde, pronto comenzará el pequeño concierto

    Me parece bien –dije

            Entramos al edificio, había muchos turistas. Me quedé impresionada por su monumentalidad, su espléndida escalera de entrada y su suntuosa decoración sobrecargada de dorados y candelabros.

            Louise comentó que allí actualmente albergan sobretodo espectáculos de ballet, y solo en algunas ocasiones, como hoy, se representa alguna ópera clásica, ya que normalmente estas representaciones se efectúan en la nueva ópera, en Bastille.  No pude evitar no fotografiar todo lo que veía, casi llegue a pensar que era un paparazzi y que me sacarían a patadas por tanto acoso, por suerte no era la única en fotografiar; mucha gente lo estaba haciendo y eso era aliviador. Nos sentamos juntos, no muy cerca pero tampoco muy lejos del escenario donde darían el concierto de ópera, estábamos en el punto perfecto con la mejor vista. Me percaté de que el concierto había comenzado al oír aquella hermosa voz cantar e inmediatamente me sentí transportada a otra época. Era fascinante, jamás en mi vida había escuchado un concierto de ópera, estaba plenamente asombrada, mi cuerpo se erizaba ante tanta perfección y por aquella voz tan impresionante, miré a Louise y estaba completamente hipnotizado y fue allí cuando me dí cuenta que era amante de esta clase de arte, la opera era algo que sin dudas le encantaba.

    Y bien, ¿que te está pareciendo?, me susurra Louise muy cerca. -Nuevamente pensar con claridad se me estaba dificultando tenerlo a él tan cerca y escucharlo a susurros me estaba enloqueciendo.

    Hermoso, -fue lo único que conseguí decir. -En ese instante me mira y eran tan encantadores esos ojos. Pero antes de sonrojarme no pude sostenerle la mirada y voltie mi cara hacia el escenario. Pasaron unos minutos más cuando el espectáculo llego a su fin, fue increíble tan artísticamente perfecto, hermoso.

    ¿Me permites dejarte que te lleve a casa?, sugiere.

    No no, -ni loca dejo que me lleve, si ya todo andaba mal con Christ si dejara que me llegara y nos volvía a ver ahí si es que nunca más me hablaría. - Prefiero caminar un poco antes de ir a casa, asegure.

    Bueno entonces déjame que te acompañe a caminar. Caminamos en los alrededores de la Plaza, el me hablo de su familia, me comento que tiene una hermana pequeña la cual lo era todo para él, me pregunto sobre mi sobre mi historia, mis amigos, fue imposible no hablarle de Shannon y mientras más le comentaba de ella los recuerdos de cada momentos pasaban en cámara lenta en mi mente, como la extrañaba, si ella estuviera aquí todo este “Caos Internacional” como dice ella no fuera tan complicado, -pensé.

    Bueno Louise será mejor que me vaya, anuncio con rapidez.

     Puedo llevarte sabes que no es molestia, -dice

    No en serio, no tienes porque hacerlo.

    Bueno mi bella dama, espero que no pase tanto tiempo hasta que la pueda ver.

     Nos vemos, -y tome un taxi, el espero hasta que me montara y cuando este arranco el camino hasta su carro.

Le indique al taxista que me dejara unas cuadras antes del edificio, así podía comprar unos pretzel y un chocolate caliente para la cena, entre a una tienda y pague por ellos. Luego me fui caminando el resto del trayecto a casa, subí por las escaleras para ver si contaba con suerte y me encontraba con Christ, pero fue inútil no lo vi... Me decepcione un poco, saque las llaves de mi bolso y me metí a mi departamento, una vez dentro comí, estaba muy delicioso, comprendí que me haría fan de esa tienda, el chocolate estaba increíble, realmente tenía que volver. Prendí la computadora revise mis correos y me fije que había uno de mi mama, diciéndome lo mismo de siempre, que anduviera con cuidado que me extrañaba. Que me mandaría algo con papa, y que no la olvidara y la llamara más seguido. Pero bueno será mejor llamarla mañana ya era muy tarde allá y no quería despertarla, me fui a bañar para irme a dormir, de tanto caminar estaba cansada. Pero sin dudad había disfrutado este día.

Todos los derechos Reservados. (c) 2011 por Autores: Victor Yustiz y Sharlot Vargas.

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